¿Cómo tener una actitud positiva en el trabajo?

 

actitud positiva

Tener una actitud positiva frente a la vida nos ayudará a entender y aceptar que todas las circunstancias que se nos presentan en el trabajo y demás áreas hacen parte de nuestra existencia misma. Si los problemas los asumimos negativamente serán más difícil de enfrentar y superar. ¿Eres de las personas a las que le pesa el cuerpo al levantarse todos los días para ir a trabajar? ¿Sientes que todo lo que te rodea se convierte en una carga? ¿Te sientes presionado con frecuencia y no encuentras una salida? ¿Vives en un estado de alerta y estrés? Si tu respuesta a estas preguntas es afirmativa, no te preocupes que no todo está perdido, tenemos buenas noticias. Si las situaciones las afrontas con la actitud correcta, todo puede mejorar.

Vivimos en un mundo laboral acelerado, en el de la multitarea, en el de resultados a corto plazo, en el de la tolerancia a la frustración, en el del trabajo bajo presión, en el de la flexibilidad horaria, un mundo en el que priman los resultados sobre el proceso. Trabajamos para alcanzar o lograr algo, puede ser para realizarnos profesionalmente, poder tener aquella casa o apartamento que soñaste desde niño, comprar ese carro, ayudar a tu familia, viajar por el mundo, ahorrar y poder cumplir tus proyectos personales como tener tu propio negocio, ser tu propio jefe, o dejar de trabajar para ir tras tus sueños, etc., hay tantas razones como la arena del mar.

mundo laboral aceleradoPasamos mucho más tiempo en el trabajo que en nuestra casa, invertimos aproximadamente entre 12 y 13 horas en el trabajo (teniendo en cuenta los tiempos de desplazamiento), es decir que pasamos más de la mitad (entre el 50% y el 54%) de nuestro día trabajando. El asunto se torna más complicado si hablamos de proyectos de tecnología, soluciones y consultoría SAP, en muchos de los cuales se debe tener una disponibilidad 7×24 los siete días de la semana, debido a la importancia y criticidad que tienen los sistemas de información en las organizaciones hoy día.

¿A qué viene todo esto? Por una simple pero poderosa razón: todo puede ser tan malo y complejo o tan bueno y sencillo como tú desees. Es muy fácil ser positivos cuando todo marcha bien, sin embargo, la verdadera muestra de actitud es cuando nos enfrentamos a las situaciones críticas y difíciles de la vida.

Si afrontamos nuestra vida laboral como algo tedioso, aburrido y molesto entonces la viviremos de esa manera y todo lo relacionado con ella nos causará infelicidad y frustración, pero si la vemos como un privilegio, como una oportunidad de crecer, como algo valioso, nuestra mentalidad cambiará y tendremos una mejor perspectiva. Todo depende de nuestra actitud.

Tener buena actitud en el trabajo marca una gran diferencia en nuestra forma de proyectarnos y de hacerle frente a las adversidades; cuando actuamos de manera positiva logramos alcanzar lo que queremos, aprendemos a disfrutar más del trabajo, mejoramos nuestra productividad y desempeño, y conseguimos sentirnos mucho mejor con nosotros mismos y con los demás.

¿Cómo desarrollar una actitud positiva en el trabajo?

Antes que nada, es importante que analices y descubras qué situaciones te generan actitudes negativas, e identifiques cuáles son esas sensaciones para poder enfrentarlas y resolverlas. Para fortuna nuestra, la actitud puede cambiar y se puede entrenar; no es fácil, requiere paciencia y perseverancia, pero una vez logres hacerlo verás que algo empieza a transformarse positivamente en ti y a tu alrededor.

1. Mantén siempre una sonrisa

Sonreir

Sonreír siempre traerá beneficios a nuestra mente y a nuestro cuerpo. Cuando sonreímos nuestro cuerpo libera endorfinas, las cuales son las encargadas, entre otras cosas, de generar sensación de placer o bienestar en nuestro cuerpo.

Sonríe aún cuando no tengas muchos motivos para hacerlo, porque si lo haces seguro mejorará tu humor y reducirá todo el estrés. Fruncir tu ceño cuando estás teniendo un mal día genera más estrés y sensaciones negativas en ti y en las personas que te rodean. Sonríele a tus problemas, a las personas, a la vida, descubrirás cuánto poder hay en ese sencillo acto.

2. Exprésate y piensa en positivo

Asume los problemas como oportunidades que te ayudan a crecer. Elimina de tu vocabulario el uso de expresiones como “problemas”, “no soy capaz”, “pero es que…”, “no puedo”; el lenguaje negativo te programa para resultados negativos. Empieza a utilizar palabras que te ayuden a ubicarte siempre con el lado positivo, como “sí puedo”, “retos”, “oportunidades”, “voy a lograrlo”, y concéntrate en encontrar las ventajas y soluciones de las adversidades. Olvídate de esa mala costumbre de estar quejándote todo el día de tu trabajo, trata de descubrir las cosas buenas, esto te ayudará a encontrar lo positivo en cada situación. Siempre hay algo bueno detrás de todo, comienza ahora, verás la efectividad que tiene.

3. Aprende a agradecer

Aprecia siempre lo bueno de tu trabajo y tus compañeros. Agradece y reconoce cuando alguien hace algo bueno por ti, esto fomenta una actitud positiva a tu alrededor. Un buen hábito es sentirnos agradecidos por todo lo que tenemos, en lugar de enfocarnos en quejarnos y preocuparnos por lo que nos falta.

enfocarse en el presenteNo se trata de ser conformistas, sino de ser conscientes de nuestras limitaciones y no generarnos expectativas alejadas de la realidad, porque es ahí cuando llega la frustración. Agradece todo lo que te pasa en el trabajo, lo bueno y lo malo, piensa que de alguna manera todo ello te llevará a donde quieres estar.

4. Enfócate en el presente

Con frecuencia caemos en un error muy común: vivir quejándonos del pasado o preocuparnos de manera excesiva por el futuro. De nada sirve centrarnos en el pasado porque finalmente ya pasó y no se puede cambiar, solo podemos tomar las circunstancias buenas y malas como experiencia y aprender de ellas. Tampoco sirve vivir en el futuro porque es incierto y no podemos controlarlo. No podemos cambiar las cosas que no están bajo nuestro control, únicamente podemos controlar con qué actitud las enfrentamos. Por eso, enfócate en el presente, aprende a vivirlo y a disfrutarlo, trata de minimizar tus miedos sobre lo que te deparará tu futuro laboral, simplemente piensa en cómo quieres visualizarte y trabaja para llegar a ello siempre de una manera realista.

5. Acepta tus sentimientos y reconoce que no todo es perfecto

Los sentimientos hacen parte de nuestra condición humana y no está mal sentir tristeza o desánimo, es necesario aceptarlos con libertad y ser conscientes de que las situaciones adversas en nuestro trabajo y en nuestra vida no desaparecen sólo por tener una buena actitud.

motivacionTener una actitud positiva no significa pensar que todo nos saldrá perfecto o que no habrá obstáculos en nuestro camino, no se trata de engañarnos y negar las situaciones “malas”; ser positivos significa entender que no todo saldrá como esperamos, pero con un poco de optimismo y esfuerzo todo será mejor la próxima vez. Recuerda, no es malo dejar aflorar tus sentimientos de angustia, frustración, etc., lo importante es no aferrarse a ellos, simplemente pasa la página y cambia tu actitud.

6. Encuentra una motivación

Escucha la música que te gusta y te levanta el ánimo mientras realizas tus labores, utiliza los tiempos muertos en actividades que aporten experiencia y crecimiento profesional o en ayudar a tus compañeros, verás lo gratificante que es. Fíjate metas personales y profesionales y convéncete de que tu trabajo es un escalón más para alcanzarlas, esto te ayudará a darle sentido a lo que haces. Haz pequeñas pausas para compartir y reír con tus compañeros, esto aumenta la satisfacción profesional y nuestra productividad. Deja las malas actitudes atrás y aprende a disfrutar de tu vida laboral, verás todo lo que puedes aprender.

No olvides que solo tú puedes decidir con qué actitud quieres enfrentar cualquier circunstancia que se presente en tu vida ¿Qué actitud eliges tener?